lunes, 30 de noviembre de 2009

Encuentros 2010

Reunión
A partir de marzo volverán los encuentros en Contratiempo. Serán reuniones en torno a un tema específico, con charlas, debates, exposiciones y, como siempre, café y cosas ricas. El calendario y la dirección de la nueva sede serán publicados en este blog y en el sitio de la revista.

Más informes:
revistacontratiempo@fibertel.com.ar
www.revistacontratiempo.com.ar

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Espacios (6) / Arlt y Buenos Aires

El amor prostituido
Apropiarse del espacio metropolitano, específicamente de su centro, no es conquistar a la doncella adinerada y pura sino someter a la prostituta de acuerdo a leyes propias. Se posee a la ciudad a través de la economía pero también del lenguaje, y en estas variaciones del discurso hay más prostitución que en la sociedad mercantilista que impone la modernidad. Las máscaras que caen y son sustituidas de acuerdo a los vaivenes políticos y económicos son el rimel de las trabajadoras del sexo que inquieta a Baudelaire. Buenos Aires es como esa mujer que circula de mano en mano y que elige el atuendo de acuerdo al cliente de turno (el sur proletario, el norte acomodado, el centro burgués, la ciudad liberal, la moderna, etc.). Ella es la que mueve a la acción, y no la que mira lánguida desde los balcones y salva al fracasado de su ruina.

domingo, 22 de noviembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA REVISTA


Nueve años en Contratiempo

Por estos días Revista Contratiempo cumple nueve años. El número redondo del año que viene, sin embargo, preocupa más. ¿Cómo ocurrió? O, mejor dicho, ¿cómo nos quedamos tanto tiempo en un mismo sitio? Nosotros, que por lo general miramos con recelo a todo lo que está demasiado instalado y que siempre andamos buscando las salidas de emergencia. Será porque todavía creemos que la revista es sólo un rumor que circula inquieto y que jamás echa fundaciones para evitar ser atrapada. O catalogada. Fueron nueve años de recuperación de lecturas y de miradas, de énfasis en aquellos autores de los que nos sentimos deudores, así como de trabajo riguroso sobre nuestras propias ideas. Abrimos un espacio sin saberlo y allí nos fuimos quedando. Revistas, periódicos y libros editados testifican apenas todo el proceso de esto que constituye Contratiempo. Materialidad y virtualidad que trabajan en forma conjunta y que se alimentan una de otra. La tecnología fue nuestra aliada, fue el espacio propicio para obviar las jerarquías y circular con impunidad por todo el mundo; y el papel, la ilusa garantía de permanencia y el deseo de los lectores por venir. El nombre elegido hace nueve años no fue casual. Y para recordar algo de aquel remoto verano del 2000/1, aquí un fragmento de la Nota Editorial que abría el primer número digital de la revista, dedicado al tiempo perdido:

El término "contratiempo" es definido por la Real Academia Española como "una acción perjudicial y por lo general inesperada". En el número inaugural de CONTRATIEMPO nos interesa reflexionar, por un lado, sobre esta suerte de extrañamiento del hombre moderno. Esa acción perjudicial e inesperada que lo dejó inválido para percibir una realidad que, pese a todo, está ahí, rabiosamente viva. Y que siempre, como su propio tiempo, se le escapa de las manos. Es decir, porque queremos reflexionar sobre lo que Ulises no quiso escuchar, no importa si fue el canto o el silencio. Pero a la vez, invirtiendo el sentido del término, queremos pensar también aquellas cuestiones propias y constitutivas de este tiempo denominado "de la caducidad".Cuestiones que, violentadas hacia sus límites, pueden llegar a desacomodarnos, a volverse perjudiciales e inesperadas para nuestro rutinario infierno. Pueden desatar a sus demoníacas criaturas e instaurar nuevas formas de habitar el mundo, nuevos modos de pensamiento que nos contacten con las cosas queridas, olvidadas, misteriosas, innombrables. Con los elementos vitales. Hay voces que, al girar sobre el presente, realizan el doble movimiento de fuga y retorno: fuga de los lugares comunes, retorno a otros tiempos. Obras y textos que capturan el murmullo de aquellos dioses en retirada. El trabajo a realizar será entonces ejercitar los oídos, los cuerpos, para escucharlas.

Así hablábamos hace nueve años. Y, como diría Deleuze, ya no recordamos por qué, qué lecturas, qué amores, en qué entretejido nos hallábamos inmersos para generar este espacio, no sabemos si perjudicial o inesperado. La cuestión es que la revista cumple nueve años y aquí estamos.

(NOTA EDITORIAL DE REVISTA CONTRATIEMPO EDICIÓN DIGITAL)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Espacios (5) / Arlt y la actualidad

Aliados
Las invasiones foráneas siempre fueron motivo de preocupación para los defensores de la tradición. El extranjero, de una forma u otra, busca imponer algo de lo que trae. Siempre hay una violencia sobre el territorio invadido, un no renunciamiento a lo que dejó y menos aún, una aceptación pasiva de su condición de ciudadano con menos derechos que los nativos. Lo primero que hace la Modernidad, como proceso integral de transformación, es desarraigar al hombre de su destino –ese fijado por los ancestros- y expulsarlo a una indiferenciación de la que solo saldrá cuanto mejor demuestre su desconexión con cualquier proceso anterior a ella. Cuando uno de los personajes de Berlín Alexanderplatz dice que no cree en el destino, que no es griego sino berlinés, está dejando bien en claro que la metrópolis es su identidad, no Alemania. Esta ruptura con la tradición es una especie de eterno retorno del mecanismo moderno. Si algo permanece, corre peligro de volverse un destino, o una condena, por lo que la alternativa es acelerar la velocidad tanto de la construcción como de la destrucción de lo dado. Que es lo que hace Arlt con Buenos Aires y con las lecturas sobre la realidad nacional. Como aliados tiene a los inmigrantes y a la técnica: los primeros, en su expresión más radical como el anarquismo, intentan disolver el orden instituido; la segunda, salvar las diferencias.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Espacios (4) / Arlt y Döblin

Traición, tradición y destino
Tres ejes que se cruzan constantemente en la obra de Arlt y lo acercan a Doblin, así como Buenos Aires también se espeja en la Berlín de entreguerras. O las formas de abolir el destino, o el sitio de la tradición, a través de la traición. Para hacerse cargo del presente, es necesario, por motivos de supervivencia, iniciar un proceso de destrucción. Pero la acción debe encontrar su correspondencia vital en el espacio que la configura. La traición (y sus equivalentes como el amor prostituido, la deslealtad, el crimen y la invención) es el elemento que hace entrar en comunión al hombre moderno que se ha quedado sin fundaciones (y sin fundamentos) con esas coordenadas móviles de espacio-tiempo en continua transformación. Pero el problema de Erdosain es el mismo que el de Biberkof: esa destrucción también los alcanza. Döblin sin embargo tiene una salida más acorde con Benjamin: si la experiencia no es posible, queda la comunidad. En Arlt, no sólo la experiencia no es posible sino tampoco lo es la realidad. La Buenos Aires de Arlt no es exactamente la de Martínez Estrada. Allí no hay anemia, al contrario, hay exceso de vitalidad tecnificada. El problema es cómo evitar convertirse en el insumo necesario para alimentar esa maquinaria sin recurrir al mito de la tradición (o como no ser el primer Borges).

viernes, 6 de noviembre de 2009

Espacios (3) / Espacio y Violencia



















Espacio y violencia
(Notas preliminares para el libro Espacio y violencia en la obra de R. Arlt)
La traición del pensamiento periférico a las formas constituidas y legitimadas se corresponde también con su espacio de acción. Se actúa sobre la lengua y sobre el lenguaje para desmantelar el poder hegemónico del centro que detenta la palabra y las formas de nombrar. Hacerse de una voz propia implica violentar este poder, provocando a la vez efectos sobre la cultura pero también sobre los modos de habitar y de construir un territorio. El pensamiento periférico o marginal siempre se extraña de sí mismo y de su espacio de pertenencia; se hace, como dice Deleuze, una lengua extranjera puesto que, de lo contrario, quedaría atrapado en la repetición y la continuidad. Esta forma de violencia sobre el espacio propio se espeja en la figura del extranjero. Al foráneo se le sustrae el derecho de expresión por no haber participado, desde su nacimiento, de la historia y la construcción del lugar que ahora habita. Al pensador marginal se lo niega por haberlo abandonado. Ambos toman por asalto a su objetivo y, de una forma u otra, apuntan a su disolución. De allí el rechazo y el miedo al extranjero y a los pensamientos fuera de eje.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Espacios (2) / Los traidores

Los traidores
Ni la periferia ni el centro permanecen constantes a través del tiempo. Son lugares móviles y dependen de la época. Un pensamiento de borde no lo es sólo con relación a una institución, como sería la Academia, sino y principalmente, con relación a las voces dominantes, a las legitimadoras de la cultura de cada época. Lo que hace este tipo de pensamiento es precisamente ir contra esas formas que, de alguna manera, establecen los márgenes de acción de lo pensable. Contra una hegemonía que dicta no sólo contenidos sino también formas de circulación, de pertenencia y de recepción, de acceso y de interpretación. Menoscaba, con un trabajo por lo general minucioso y obsesivo, las bases sobre las que se fundan esos mecanismos. Que son las bases culturales de la sociedad que erige a aquellos voceros y respeta aquellas instituciones. El lugar de enunciación, por ese motivo, es una de los elementos fundamentales para descubrir qué pensamientos son realmente desestabilizadores y cuáles solamente adquieren sus modos, que van siempre asociados en la imaginación a cierta rebeldía, para justamente sostener un mismo estado de cosas. El pensador marginal siempre es perseguido con el silencio y la omisión, la excomunión y la soledad. Su obra se lleva tan mal con el presente como él con su época.

martes, 3 de noviembre de 2009

Espacios (1) / Impunidad y pensamiento













Impunidad y pensamiento
Hay cierta impunidad en aquellos pensamientos que no responden a colegiaturas y cánones. O mejor dicho, que no responden a nada más que a ellos mismos. Son pensamientos esencialmente infieles e inesperados. La previsibilidad de la pertenencia y los límites de ella le son desconocidos. Son sospechados, sobre todo en los ámbitos estructurados, de carecer de rigor. Puede ocurrir todo lo contrario: a veces son más rigurosos que el pensamiento atrapado en formas preestablecidas y que conoce de antemano sus itinerarios de acción. Y este rigor deriva precisamente de la falta de red y del peligro de extravío que conlleva, extravío que suele adquirir las formas del palabrerío o, incluso, del idiolecto. En este pensamiento no hay sin embargo posibilidad alguna de comunidad. El pensamiento periférico siempre está solo, aunque establezca de tanto en tanto alguna complicidad. No es singular por rebeldía sino por necesidad; no se está en el margen por opción sino por devenir (y a veces por imposibilidad, no material sino emocional, de habitar cualquier centro). Por lo general, habla al vacío y este vacío se termina convirtiendo en su auditorio.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Jornadas Benjamin / Kracauer

RECOMENDAMOS

Coloquio Internacional
“Walter Benjamin / Siegfried Kracauer:
Teorías Materialistas de la Historia”

9 al 11 de noviembre - de 10:30 a 13 hs. y de 14:30 a 21 hs.
Hotel Bauen, salón “Cascadas” / Callao 360

Organizan:
Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires)

Revista Herramienta
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www.filo.uba.ar