domingo, 22 de abril de 2012

ESOS ETERNOS INACTUALES

Aspirar a un lector futuro, receptivo, es suponer que esta actualidad empobrecida y sobre todo empobrecedora de cuanto se le pone al alcance también entrará en el pasado. Que el devastador proceso contra el pensamiento es reversible, que encontrará, como todo, su límite, ya sea por hartazgo o tan solo porque nada puede durar eternamente. El problema no es predecir, como futurólogos amateurs, si el libro en papel sobrevivirá y en qué condiciones. Tampoco, por intereses económicos de las grandes empresas informáticas, decretar su defunción (por lo general, cuando se insiste en vaticinar los funerales de algo es porque eso aún amenaza con una larga sobrevida). El problema radica en qué posibilidades tiene un autor de producir y difundir su obra cuando ella no está amparada por los recaudos de la taquilla o de los dogmas. Pero también, qué posibilidades tendrían el pensamiento y el arte de ser, o seguir siendo, actividades lucrativas. O dicho de otra forma, cuanto más se ubiquen en el papel de pura mercancía, más cerca también estarán de perder valor de mercado y circular libremente. Y habría, al fin de cuentas, que reflexionar si este confín del pensamiento como bien tasable no sería una instancia productora de nuevas posibilidades. La actualidad no predispone a la producción de conocimientos. Sin embargo, constituye un desafío para imaginar nuevas formas de desmantelar esas estructuras que domestican las subjetividades y que convierten al creador en el asalariado de turno, el escribiente de éxito asegurado y chatura garantizada, más allá si la tinta es digital o impresa. Andar por senderos marginales, esquivar las luces que alimentan cajas que siempre permanecen en sombras, no estar a tono con la época, son también maneras de construir esos futuros lectores. Para ellos, esta entrega de Contratiempo que reúne una selección de valiosos ensayos sobre esos  autores eternamente inactuales.

A REVISTA CONTRATIEMPO / ABRIL 2012
http://www.revistacontratiempo.com.ar/