martes, 17 de septiembre de 2013

NUEVA YORK (2) / MITO Y VERDAD

Nueva York, entre el mito y la verdad

Todo lo que pasa en Nueva York trasciende cualquier límite geográfico o temporal, su interlocutor es el mundo entero pero también la historia y el futuro. Es como si al hablar estuviera mirando a una lejanía que abruptamente se vuelve presencia. La inmediatez que se experimenta en la ciudad, ese pragmatismo tan propio de la modernidad, se funde a la vez con esa trascendencia. Nueva York está anclada en el punto exacto donde, parafraseando a Baudelaire, el instante se intercepta con la eternidad: uno aspira a la otra  en una constante producción de símbolos que conforman un collage siempre variable. Como toda metrópolis mundial, Nueva York es esa información que circula transversalmente, ella funda y refunda la época a cada paso y de este movimiento extrae conciencia de sí misma. Que a la vez también es conciencia que se mundializa en la onda expansiva que se genera con solo pronunciarla. Por eso habita tanto el espacio de la verdad como el del mito, el de la realidad como el de las múltiples ficciones. Por eso, en su inconmensurable poder también radica su debilidad.