jueves, 28 de noviembre de 2013

NOVEDADES REVISTA CONTRATIEMPO / NOVIEMBRE 2013























ULTIMAS NOVEDADES NOVIEMBRE 2013

Editorial:
Trece años | Estancias en el desierto: Política, Cultura y Educación en Argentina
Arte, Danza y movimiento:
Entrevista a Edgardo Mercado: "Evitar lo tradicional y sus formas preestablecidas" | Myrna Cappiello
Cine y Literatura
Taciturnidad temporalizada: "Las babas del diablo" y "Blow up" | Martina Bruno
Historia, Política y Territorio
Un ejemplo electoral ocurrido hace 455 años | Rodolfo C. Roetti
La administración de los pueblos de indios después de la expulsión | Norberto Levinton

FICCIONES
Anticipo Editorial | 
"Las tramas secretas. Cuentos de suspenso y misterio" | Zenda Liendivit

CONSTRUCCIONES 2014:
Revista Contratiempo N° 4 
Fronteras
Imágenes del Norte (enero 2014)
Videos







lunes, 25 de noviembre de 2013

CINE / EL QUINTO PODER


Oscilación constante, entre el heroísmo y la miseria; la lealtad y la traición; la belleza y el horror. El Quinto Poder es la historia de un justiciero o la de un ególatra desmesurado, con el mundo como objetivo a demoler. Assange hace mucho ruido, y no solo mediático: ¿Cuáles son las puertas que abre y cuáles clausura esta lucha de David contra Goliat? Y si el quinto poder existe, ¿cuál es la naturaleza del mismo? Espionaje, traición, manipulación y delación. Visibilizar lo oculto. ¿Pero qué es lo oculto? ¿Las entrañas o el entramado? ¿Se procede contra las fundaciones o se llevan más ladrillos a la pared? Assange sigue haciendo mucho ruido.

sábado, 23 de noviembre de 2013

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN / REVISTA CONTRATIEMPO

Próxima actualización / Noviembre 2013

Trece / Cine y Fotografía: Taciturnidad temporalizada: acercamientos que producen fragmentos / Arte, Danza y Movimiento: "Evitar lo tradicional y sus formas preestablecidas" / Las tramas secretas (relato) / Novedades 2014 ...


jueves, 14 de noviembre de 2013

FRONTERAS / DE ALGECIRAS A TÁNGER

De Algeciras a Tánger


La claustrofobia me lanza afuera, a la cubierta del ferry: una masa de agua rodea la embarcación en oleadas gigantes, enfrente, atrás, a los costados, y se extiende en el horizonte horadando el cielo encapotado. El movimiento pendular no me deja avanzar, me aferro a lo que encuentro y me quedo allí, como el botín de dos tempestades. Y eso que hoy no está tan movido, ¿eh?, me dice un marinero que atraviesa la cubierta como si estuviera en el living de su casa, recoge unas sogas y suspira, el mar, dice, me mira y se ríe. La visión del Gibraltar enfurecido abisma al cuerpo y al alma en una ensoñación que adquiere las formas de una entrega: la impotente certidumbre de que allí, el destino, el azar y la fatalidad están jugando a las cartas.


El color del lugar

De dónde es Ud., me pregunta el vendedor de la tienda de artesanías. Vengo de España, le digo. No, me dice, de más atrás. Habla en un castellano difícil, como casi todos en Tánger. De Argentina, aclaro. Niega con la cabeza, busca las palabras exactas, no las encuentra. No, de más atrás, insiste. Me empiezo a desconcertar, ¿cómo puede alguien en África distinguir el matiz, eso de que no soy argentina sino paraguaya? Le aclaro, sigue negando con la cabeza. El se impacienta cordialmente, yo me impaciento disimuladamente. Tu historia, me dice, contento de haber encontrado por fin esa palabra. Pienso, mi historia, bien, le hablo de mis abuelos. Alemanes, españoles, sirios… allí sonríe, ancha, fresca, la sonrisa de oreja a oreja, ya me lo imaginaba, dice y no quiere saber nada más de mis otros ancestros, Ud. tiene el color del lugar, concluye.
El color del lugar, sin embargo, y sobre todo mi nombre, que tal vez equivalía a las anas y claras del habla hispana, me detuvieron en la frontera el día anterior durante más de una hora. Los hombres estudiaban el pasaporte, hacían llamadas telefónicas, hablaban entre sí, no me miraban. Era la última pasajera, la que no podía franquear el acceso al continente africano vaya a saber por qué, sentada sola en el ferry, ese que había sorteado el Gibraltar y ahora estaba varado frente a Tánger a punto de iniciar el retorno a Algeciras. Cuando el barco encendió el motor, me llevaron a una oficina en tierra firme, que por suerte tenía ventanas. Allí, con el rostro apoyado en la palma, el codo en la mesa y una expresión de aburrimiento mortal, recordaba el breve diálogo que había mantenido un mes atrás con un oficial del consulado. ¿Para qué quieres ir a Marruecos?, me preguntó con amabilidad mientras me extendía el pasaporte con la visa sellada, como dejando en claro que solo se trataba de una mera curiosidad. Pero ahora estaba allí, con la comunicación interrumpida en todos los frentes, ni palabras ni gestos ni miradas, se había terminado el mundo occidental y yo estaba literalmente atrapada en sus bordes.

jueves, 7 de noviembre de 2013

LIBROS / EL CENTRO Y LOS VÉRTICES

LIBROS

EL CENTRO Y LOS VÉRTICES 

Zenda Liendivit
Ensayo / Contratiempo Ediciones
Prólogo
Escribir implica que existe un problema y la escritura se propone como un espacio de reflexión sobre el mismo. Las diferentes formas estéticas planteadas en este libro —la literatura, el arte, el cine, los viajes, la ciudad, la infancia, las pasiones, las miradas sobre la actualidad— funcionan como superficies de exploración que tienen el objetivo común de pensar una época. No se trata de abordajes disciplinares, mucho menos de estudios con formas investigativas pautadas de antemano. Todo lo contrario: interesan en sus relaciones, en lo que hacen entrar en vecindad pero también, en lo que abisman y extrañan, en sus intercepciones a veces inesperadas. Cada texto breve conforma un vértice que siempre aspira a detonar un centro imposible, a tensionar un espacio, a volverlo singular. El discurrir tiene mucho de vagabundeo azaroso poblado de esas intensidades que oscilan entre las cuestiones eternas y las trivialidades de la vida cotidiana. El centro y los vértices es un libro personal que pretende, como cualquier obra, convertirse en material de construcción de épocas futuras. Anidan en él gérmenes de próximos libros: un ensayo sobre Borges, una novela sobre el amor y el destino y un cuaderno de travesías, tal vez una biografía. Se escuchan también rumores de anteriores. En todo caso, la escritura es el vértice, el centro, la obsesión y el problema.

A la página de la Editorial

lunes, 4 de noviembre de 2013

NOTAS SOBRE FRONTERAS / EL INMIGRANTE Y EL ESCRITOR

El inmigrante y el escritor


La inmigración es la guerra por otros medios. Todo migrante va a la conquista de un territorio y en ese gesto hay una secreta correspondencia. La prosperidad frente al espejo negado. Ni murallas, ni vallas electrificadas, ni mares furibundos: las fronteras están para ser franqueadas, para saldar una deuda de la que, como en Kafka, se desconocen sus orígenes. Pero en el instante del cruce no solo la lengua moviente entra en suspensión sino que la local saca a relucir su facticidad legisladora. O su instinto de supervivencia. Suenan las alarmas, se prepara el primer frente de combate: hay una presencia allí nomás que la pone en riesgo, que la obliga a cerrar filas, a pertrecharse en sus orígenes, a desempolvar alcurnias. Si el enemigo es numeroso, la batalla se sabe perdida de antemano. Pero no inútil: la lengua donará el armamento con el que se lo derrotará en otros frentes: el ilegal, el clandestino, el indocumentado…. Cuando es singular, puede llegar a desmantelar estructuras, atentar contra el espíritu feudal que rige a todo canon, generar una grieta por la que caerán sin condena pero también sin gloria eterna sus antiguos propietarios.