domingo, 31 de mayo de 2015

LOGOS DEL CAPITALISMO

Logos del capitalismo

Imperdible oportunidad ésta para expresar obviedades y quedar a tono con una época que ama las frases cortas y contundentes, las que se inscriben fácilmente en carteles y que requieren poca tinta, digital y de la otras. Formato preferido de estrategias empresariales no ya para imponer una marca sino para volver marca todo lo que toca. ¿O alguien duda acaso de que las nuevas formas de expresión (140 caracteres, abreviaturas celulares, clicks tipo emperador romano, hashtags, etiquetas y demás) no están ideadas para configurar nuevas subjetividades a través de la palabra sustraída, reducida, trivializada, intensa como burbuja de gaseosa pero sin densidad alguna, y que esas configuraciones provienen precisamente de grandes corporaciones económicas? A las que sí, adivinaron, les gustan más los prósperos consumidores-consumidos, los satisfechos y felices que se mueven como pez en el agua porque se les ahorró la dura tarea de pensar (y ese ahorro, encima, está valorizado), que los incómodos y disconformes, que siempre indagan en lo que hay detrás, en el medio, en los intersticios de la lógica, del arreamiento y de la masividad de las buenas conciencias. Época de carteles que flamean en pantallas luminosas, ¿qué hay detrás?: un laberinto de circuitos, cableados, placas, arandelas, tornillos, metales, tapas, el técnico, el antivirus, la portabilidad que me fusiona a toda hora y en todo lugar a esa espera conectada del éxito de mi yo-empresa. ¿Cuánto cuesta el otro como promotor de mi propio cuerpo devenido producto que aspira a la masividad? El otro, antes prójimo o afecto, luego cliente, deudor o acreedor; ahora auspiciante que se desea para que me acredite. Ayer una primavera florida, un baldazo 'concientizador', una decapitación, un vestido de color mutable, un imbécil que hace pavadas y llena teatros. Mañana, el fin del hambre o de la guerra en el mundo o pizza gratis para todo el mundo. ¿Y después? ¿Terminaremos como el omnipresente Hal 9000 de "2001 Odisea en el espacio", controlador y controlado, cantando canciones infantiles, en forma entrecortada, con voz tergiversada por el inminente final, porque alguien, quién sabe desde qué espacio remoto, nos está desconectando por prescindibles y obsoletos? Porque ya no le gustamos. Lógicamente.