domingo, 10 de enero de 2016

EL PRECIO DE UN HOMBRE / CAPITALISMO Y DESOCUPACIÓN

EL PRECIO DE UN HOMBRE
Capitalismo y desocupación

Uno se siente convocado a seguirlo hasta el fin. Hasta el fin del día de ese hombre que resiste y que como los hombres comunes de Baudelaire, son los verdaderos héroes de este capitalismo monstruoso. Porque de eso se trata "El precio de un hombre": de remover la herida, de violentar la carne, de horadar órganos y vísceras para ver qué hay detrás de ellos, sangre o cableríos, un resto de humanidad o solo autómatas que marchan hacia un festín diabólico donde el comensal se confunda con el propio banquete. Un hombre despedido por las leyes del mercado, un hombre silenciosamente desesperado. Vincent Lindon está magistral, es cierto, pero también esos hombres y mujeres que lo secundan, que no son actores. Y , tal vez, por esa tensión entablada entre reflexión y domesticación, la cotidianeidad más trivial se convierte en una iluminación profana. Un destello de genialidad que ratifica aquello que al verdadero arte también se lo encuentra a la vuelta de la esquina.